domingo, 30 de octubre de 2011

EL MONSTRUO DEL LAGO NESS (NESSIE)

En la Edad Media, la gente creía que en cada lago habitaba un feroz monstruo. Hoy, pocos creen todavía en estas cosas, pero los escoceses afirman que desde hace más de 400 años en el Lago Ness vive y nada Nessie, un monstruo o tal vez un sobreviviente de la prehistoria. Quienes lo han visto lo describen así: "es enorme, de color oscuro, cuerpo muy alargado y nada sumamente rápido". Pero los que no creen en él dicen que debe tratarse de algún gran pez o anguila, o bien de algún tronco arrastrado por la corriente.
Sea como sea, la Fuerza Aérea Británica, organizaciones científicas y simples aficionados a averiguar la verdad se han propuesto descubrir al monstruo. Para ello instalaron cámaras de televisión y reflectores bajo el agua; se han tomado gran número de fotografías, y aunque en algunas de ellas se ve una sombra, no se ha podido probar que de veras existe Nessie.


BASA ANDERE


¿QUIEN ES ELLA?
Una figura característica del folclore vasco cuyas raíces se remontan a la Edad Media. Se trata de una atractiva mujer, de formas voluptuosas y perfectas pero cubierta de un sedoso pelaje dorado, como el de una felina o cervatilla. 
Vive en los bosques de la región vasca, cerca de un río, y permanece recostada en la ribera, aricalando su abdomen con un cepillo de oro enespera de un hombre que no pueda resistir la tentación de hacer el amor con ella. Experta en las artes del erotismo, se asegura que el contacto con ella produce un placer tan intenso, que sus amantes mueren al momento del orgasmo, y sus cuerpos quedan curvados en un arco extático.

UNICORNIO

¿QUE ES?

En la Edad Media, el unicornio era uno de los animales más populares: los pintores se inspiraban en él, se labraba su esbelta figura en las puertas de los castillos, adornaba copas, tapices y vitrales. El unicornio era un pequeño caballo, blanco, ágil, a veces recubierto por un pelaje suave y abundante, y de su frente sobresalía un cuerno en espiral del más puro marfil.
ALGO ACERCA DE SU CACERÍA...
No cualquier cazador podía atraparlo. Era necesario que una doncella se sentase, tranquila y en silencio, en la espesura del bosque. El unicornio quedaba cautivado y se acercaba a recibir las dulces caricias de la dama.
Si un joven se vestía como una muchacha y en todo se comportaba igual que una doncella, el unicornio se aproximaba mansamente. El chiste era tratarlo con delicadeza.
Bueno, ¿y para qué quería alguien atrapar un unicornio? Pues resulta que su afilado cuerno tenía mágicos poderes y servía de antídoto contra los peores venenos


sábado, 29 de octubre de 2011

SIRENAS



Las sirenas son criaturas míticas que supuestamente viven en los mares del mundo. Su mitad superior luce como una bella mujer de pelo largo y, de la cintura para abajo, tienen el cuerpo de un pez.
Los marineros y pescadores han contado historias de haber visto sirenas durante siglos; las primeras observaciones fueron hechas en Asiria, alrededor del año 1000 aC. La imagen popular de una sirena es sentada en una roca, admirando su belleza en un espejo.
Algunas sirenas eran criaturas bondadosas, y les concedían los deseos a los marineros que las ayudaban. Pero demasiados navegantes viendo a una sirena significaba mala suerte, un presagio de tormenta o un naufragio. También existen los cuentos de las canciones encantadoras de las sirenas, atrayendo a los marineros sobre las rocas, donde sus barcos se rompían en pedazos.
En la mitología griega, las sirenas son una clase difusa que comprende varios seres que se distinguen por una voz musical y prodigiosamente atractiva. Las representaciones artísticas más antiguas de Grecia, que las muestran como aves con rostro o torso femenino, se deben probablemente a la asociación de las aves con el canto, así como al frecuente uso iconográfico de los seres alados para representar a los espíritus de los muertos.
Atractivo.
Aunque en la iconografía moderna las sirenas se representan por lo general como de abrumadora belleza, es probable que en la tradición clásica su único atractivo radicase en su voz, y que su apariencia fuese poco menos que monstruosa.
Se ha comentado que posiblemente las sirenas que tanto intrigaron a Sigmund Freud son la intelectualización tardía de un hecho narrativo que aúna peligro y belleza. En todo caso, ése sería un añadido elaborado a lo largo de los siglos a su origen como horrendas y extraordinarias cantantes que ocultaban el asesinato y la antropofagia.

EL LEVIATÁN...

¿Qué es un LEVIATÁN?
Leviatán es un magnifico ser mitológico, es el gobernante del maravilloso reino marino, cuenta con más 300 ojos que iluminan los océanos, su largo cuerpo se encuentra cubierto por escamas, a su paso parece que el agua hierve ya que por sus orificios nasales sale vapor.
Algunas leyendas judías, consideran al Leviatán como un dragón andrógino, que habría seducido a Adán y a Eva, tomando alternadamente formas femenina y masculina.
El cristianismo lo identifica con un demonio, en algunos casos, lo asocian con el monstruo Rahab.
Las leyenda bíblica podría tener origen en una leyenda canaanita, que habla de la confrontación entre Hadad (Baal) y un monstruo marino de siete cabezas, al que derrota.


ALGUNOS AVISTAMIENTOS DE MONSTRUOS MARINOS.
Hans Egede, un misionero noruego, testificó la visión de un monstruo marino en las costas de Groenlandia, el 6 de julio de 1734. Así también, el obispo Eric Pontoppidan, de Bergen, publicó en 1752, un libro con relatos de avistamientos de serpientes marinas, una de las serpientes tenía cabeza gris, similar a la de un caballo y ojos y boca, negros, con una melena larga blanca. Detrás de la cabeza del monstruo, se divisaron ocho promontorios que sobresalían del agua, el cuerpo de la bestia se retorcía formando espirales.
Los marinos europeos identificaban al Leviatán como una ballena gigantesca y monstruosa, o una serpiente marina, que atacaba las naves, creando un torbellino en torno a ellas y devorándolas luego.
Los testimonios más confiables son los pertenecientes a embarcaciones de guerra, como el buque británico HMS Daedalus, que en 1848, protagonizó el avistamiento de una serpiente marina, que los científicos de la época atribuyeron a un plesiosaurio, o ictiosaurio, o cualquier reptil gigante que pudiese haber sobrevivido.